El plan original era tener solo una Ceremonia Maya junto a un cenote pero luego de que Flor y Marco invitaron al Sacerdote a celebrar su boda aquí, tuvimos que mover la logística y dejar esta celebración para más tarde. ¡Fue la sorpresa número 2!
Uxuxubi, se encuentra en el corazón de la jungla, a 20 minutos en auto entre vegetación, literalmente en medio de la nada, ni siquiera WIFI y esta parte fue una de las cosas que más le gustó a nuestra pareja: ¡sus invitados estarían completamente presentes! no tenían que preocuparse por pedirles que se “desconectaran” a eso sumenle la expectativa de sus familiares y amigos cuando se preguntaran “¡¿A dónde nos llevan ?!”
Finalmente llegaron a este cenote semiabierto en una cueva, la “Sahumadora” los esperaba para limpiar su energía con el humo de Copal y el antiguo guerrero prehispánico tocaba unos ritmos ancestrales en su tambor.